Yewa o Yegguá es una Orisha que representa la soledad, la contención de los sentimientos, la castidad femenina, la virginidad y la esterilidad. Es la dueña de la sepultura, está entre las tumbas y los muertos y vive dentro del féretro que está en el sepulcro. Yewá es la Orisha dueña del cementerio y ampliamente ligada a la muerte. Su culto procede de Dahomey y vivió en Egwadó. Habita el cementerio, es la encargada de llevar los eggun a Oya y es la que baila sobre sus tumbas.
Su nombre proviene del Yorùbá Yèwá (Yeyé: madre - Awá: nuestra). Adorada principalmente en las casas de Santiago de Cuba, donde se entrega como Orisha tutelar y sus hijos gozan de gran prestigio como adivinos y se mantienen en la más rígida austeridad. Delante de su asentamiento no se puede desnudar, tener amoríos o disputas, obrar con violencia o rudeza y ni tan siquiera levantar la voz. Tiene una otá de color preferentemente oscuro y se recoge en el monte o cercanías del cementerio y 9 piedras rosas o rosadas.
En el sincretismo se compara con Nuestra Señora de los desamparados (30 de Octubre) y la Virgen de Montserrate. Su número es el 11 y sus múltiplos. Su color es el rosa. Se saluda ¡Maferefún Yewa!. Su receptáculo es una canasta de mimbre forrada con telas rojas y rosas que se coloca en una casita dentro de un cuarto interior o en lo alto, lejos de Oshun. Sus atributos son una campana tipo ekón y otra más pequeña adentro ambas de metal blanco o plateado, una muñeca o tinajita, nácares, cauries, 9 escudos triangulares, 22 esqueletos de metal, 9 angelitos plateados, un hueso de lechuza, un hueso de Eggun y una mano de caracoles. Sus Elekes se confeccionan de cuentas rosadas.
Características de los Omo Yewa: Las mujeres son dominantes severas y exigentes. Suelen ser moralistas por demás y aborrecen las relaciones carnales, que están más allá de sus posibilidades prácticas.